viernes, 8 de octubre de 2010

Si un día ves a mi monstruo, dile que lo extraño.
Dile que lo dije sonriendo.
Dile que lo dije volando.
Pero no le digas,
que te lo he dicho llorando.

Y es que me he vuelto muda desde que mi eco cubrió su ausencia,
me he vuelto sorda, desde que olvide su voz,
y ciega, desde ese tenebroso día, en que dude sobre el color de sus ojos.

Así que no le digas la verdad, no lo hagas del todo.

No le pidas que regrese, por que no estoy segura de quererlo.
Ya que si mi robotizado corazón vuelve a latir tan fuerte, es posible que explote.
Si miro de nuevo en sus ojos el cielo enjaulado,
es posible que no quiera volver a ser libre.

Si un día ves a mi monstruo,
dile que no he volado con nadie mas.
Dile que lo dije feliz, orgullosa, brillando.
Pero no le digas que una parte de mi...
siempre lo estará esperando.